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Memoria en libro

En la cima de una colina está la iglesia “Dul photo iglesia_zpscbc7590a.jpgce Nombre de Jesús”, ese lugar se conoce como el Centro Histórico de Petare.

Este Templo data de 1621, fue bendecido el 17 de febrero por el padre Gabriel de Mendoza,  y está frente a la plaza Sucre. photo iglesia2_zps6eb240c4.jpg

Arquitectónicamente hablando, la Iglesia tenía originalmente una nave construida en bahareque y techo a dos aguas de palma, pero en la segunda mitad del siglo XVIII comenzó a ampliarse. Actualmente el templo está constituido por una nave central y dos laterales, la capilla del Cristo de la Salud y la capilla de la Reconciliación, el presbitero, el altar de los santos, la sacristía menor, el baptisterio y una torre de campanas y reloj. Asimismo, el techo es de par y nudillo con tirantes dobles sobre canes y posee una serie de vanos con arco de medio punto situados a lo largo de las arquerías que separan las naves. photo iglesiainterior_zps61319300.jpg

En su interior se encuentra una colección de retablos, mobiliario y objetos. El retablo mayor, ubicado en la pared de fondo del presbiterio, está hojillado en oro y en él figuran cuatro pinturas que, se presume, fueron realizadas en 1764 por el venezolano Alonso Aponte. Otros seis retablos laterales completan la colección de retablos realizados.

El 2 de 1960, la antigua iglesia del Buen Pastor o del Buen Jesús de Petare que hoy se conoce como templo Dulce Nombre de Jesús fue declarado Monumento Histórico Nacional en la Gaceta Oficial No 26.320.

Preservando la cultura

 photo CASAFUNDACIONBIGOTT_zps605f8fa4.jpgFrente a esa iglesia y en una esquina de la Plaza Sucre esta una edificación de color amarillo, que destaca por ser la sede de la Fundación Bigott, constituida en 1963, que originalmente desplegó una actividad institucional a través de programas educativos, culturales, agrícolas y ambientales. Posteriormente, y de acuerdo a la necesidad de redimensionarnos, acordó (1981) concentrar sus actividades en la promoción, desarrollo y fomento de la cultura tradicional en todos sus aspectos. photo fundacion_zps3fa7affe.jpg

En esta tarea de conservar las manifestaciones culturales del país, la Fundación Bigott ha tenido a  lo largo de sus actividades diversas publicaciones y ahora, gracias  a una nota de prensa, nos enteramos que presenta su más reciente libro: «Anotaciones sobre arquitectura» , que «que reúne valiosos textos divulgados en la Revista Bigott referentes a la arquitectura en Venezuela. En la publicación figuran artículos de Nathan Ramírez, Carlos Guzmán Cárdenas, Jorge Szepesi, Francisco “Farruco” Sesto Novás, José Ramón López Gómez, Maruja photo PortadaArquitectura_zps5fe9e107.jpg Dagnino, Marco Tulio Socorro, Christian Páez Rivadeneira, Roberto Briceño León, Carlos Ortiz, César Seco, William Niño Araque, Celeste Olalquiaga, Pedro Romero y Ramón Paolini».

En este libro, según  las palabras de compiladora del libro y jefe de redacción de la Revista Bigott, Milagros Socorro,  «destaca el protagonismo de los insumos propios de la zona donde se erige la construcción y de unas determinadas técnicas que parecen acotadas a un lugar y a un tiempo”. photo CASAFUNDACIONBIGOTT3_zps4e4b0137.jpg

Esta nueva publicación pasa a formar parte de la serie Bigotteca que congrega temas del pasado y del presente, clásicos y novedades, reediciones y primicias que complementan las líneas de fuerza presentes en el fondo editorial de Fundación Bigott. photo caracas2_zps2cb0e75f.jpg

Para celebrar las «Anotaciones sobre arquitectura», el día jueves 4 de abril, a las 4PM, se llevará a cabo con los autores del libro una charla en torno a la arquitectura en Venezuela; el día viernes 5, a partir de las 4PM, y en compañía de la agrupación Ensamble Venezolano, se realizará el bautizo de la publicación. Todas las actividades serán en la Galería de Arte Nacional ubicada en la Avenida México, La Candelaria. photo caracas3_zpsf415d518.jpg

Si bien el país no destaca por resguardar su memoria, tiene – afortunadamente – algunos entes y empresas privadas que se han dedicado a preservar el recuerdo de tiempos pasados, para conocer cómo eran las ciudades, y – en el caso de Caracas – cómo se ha ido transformando desde aquella  «sucursal del cielo» a lo que actualmente es,  como decía el Maestro José Ignacio Cabrujas » una ciudad en permanente demolición que conspira contra cualquier memoria».