• Perfil

  • Categorías

  • Archivos

  • Visitas

    contador de visitas para blog
  • Consummatum est

  • Mirada Teatral

La «Viva», la «Señora» y la «Ingenua»

A propósito de «Las Narcas»

Nombres como «Ma Baker», Enedina Arellano Félix, Verónica Mireya Moreno Carreón, tal vez no sean muy conocidos para la mayoría de las personas, pero ellas son las esposas, hermanas e hijas de narcotraficantes que han asumido el poder cuando los Capos han sido asesinados o detenidos.

Estas, y otras más, son las mujeres que se han visto envueltas en un negocio donde el terror, la muerte, la destrucción, la droga, la prostitución y otros males son el pan nuestro de cada día para ellas.

 photo IMG_0724Copiar_zps5683f176.jpg

En Michoacán, en el centro de México, por poner un ejemplo, las autoridades desarticularon una célula delictiva de «La Familia Michoacana», una de las organizaciones criminales más sanguinarias. El grupo era operado, supuestamente, por una mujer, Norma Lagunas Ayala, de 30 años. Ella era la responsable de dirigir la venta y distribución para la zona sur de la entidad, de acuerdo a los medios que siguen el caso del narcotráfico.

 photo IMG_0663Copiar_zps72bc73b0.jpg

Pero también hay mujeres que no están al frente del negocio de la droga, pero se «benefician» de él y para ello quiero contar tres historias.

La «Viva»

Se dice que “en Michoacán el 40% de las estudiantes de secundaria aspiran ser novias de un narcotraficante”.

 photo IMG_0641Copiar_zpsf91961fc.jpg

Esta es la historia de una de ellas, una que busca lograr con su cuerpo aquello que no puede con sus estudios y trabajo, es decir: un futuro

Para lograr su meta, ella desde joven a estado ligada a narcotraficantes de su zona, aquellos que tienen dinero y poder para mantenerla bella y operada en lo que haga falta, para eso hay dinero y sabe cómo hacer que los señores de la droga lo inviertan en ella.

 photo IMG_0667Copiar_zps0ed498e7.jpg

Esta joven ha pasado por la mano de varios de estos narcotraficantes, y como lo dice ella misma, no porque la hayan vendido cuando niña, lo de ella fue decisión personal, para salir adelante.

Es una experta en cuanto a cirugías y una más no es obstáculo en su meta: ser más bella y deseada por el capo de turno, pero como siempre pasa algo no sale bien…

La «Señora»

Nadie puede dudar que una madre hace lo que sea por sacar adelante a sus hijos y esta «Señora» no es la excepción. Rezándole a su santo «Malverde» ha logrado que su hijo menor salga adelante y se vaya del país para Estados Unidos.

 photo IMG_0659Copiar_zpsb7a5f414.jpg

El buen hijo comienza a enviarle dinero a su santa madre, quien lo venera y habla de él con tal devoción como solo lo puede hacer una madre. El hijo de la «Señora» cada vez envía más dinero, joyas y otros regalos. Pero nada es gratuito, y llega el momento de regresar al país, huyendo de Estados Unidos para sentar cabeza y para ello compra una mansión donde tiene a la «Señora».

 photo IMG_0684Copiar_zps4c1f3fb5.jpg

La riqueza rápida también atrae enemigos, sean policías, u otros grupos rivales, por lo que el buen hijo convence a su santa madre de que la única solución – para evitar ser víctima de los grupos que no los quieren – es que ella se opera y haga un cambio de rostro. Madre al fin, luego de pensarlo mucho, accede a la petición del hijo y es internada en el hospital para la cirugía plástica, pero como siempre pasa algo no sale bien…

La «Ingenua»

En Colombia una joven tiene un sueño, comprarse un carro, ropa, o cualquier cosa, porque considera que ella también tiene derecho a esos artículos y sabe que con trabajo y estudio tardará mucho tiempo en conseguirlo, así que opta por ser una «mula» y no precisamente por mucho trabajo.

 photo IMG_0695Copiar_zpse22e025c.jpg

Ella entra en contacto con el mundo de los narcotraficantes quienes le «pintan» un mundo ideal de lo que será su travesía por las fronteras hasta llegar a Estados Unidos como si fuera una modelo, el inconveniente es que se tiene que tragar unos «dediles» que luego deberé entregar en el país del norte.

Fueron varios días de preparación, ingiriendo uvas enteras, y otros elementos para ir creando el estomago que recibiría los «dediles», hasta que llegó el día esperado y procedió a ingerir el «producto» que debía transportar vía aérea. Como al inocente lo protege Dios, los controles de aduana fueron pasados sin problema, pero con lo que no contaban los «narcos» es que ella decidió beber durante el vuelo, influencia del padre alcohólico, y eso – sin haber comido por los nervios – le provocó una reacción que motivó su ingreso en una clínica para salvar la vida y el «producto» que a la larga es lo que importaba, pero como siempre pasa algo no sale bien…

 photo IMG_0755Copiar_zps87eb0a9a.jpg

Las mujeres de las historias relatadas ahora se encuentran en los que se llama «punto intermedio» es decir ni están vivas ni están muertas, porque no es el purgatorio ya que allí se va a limpiar las culpas y estas aún no lo han hecho.

Las tres están vestidas de azul, con batas de hospital, y la atmosfera también es azul, como de tranquilidad y es allí donde las conocemos, en un estado de «sueño» o confesión ante el público que las mira diciendo los textos creados por Tania Castillo, quien además dirige y protagoniza a una de estas mujeres, para recrear estas vidas en la pieza «Las Narcas» (Adictas al Poder) que estuvo en la cartelera de la Carpa Geodésica – en Insurgentes Sur 2135, San Ángel – de la Ciudad de México.

 photo IMG_0654Copiar_zps5d7b1800.jpg

Castillo, quien interpreta a quien he denominado la «Viva», plasma la realidad de muchas mujeres en México y en los países donde el narcotráfico no es solo asunto de hombres, como se ve en las series «La Reina del Sur» o en las «Muñecas de la Mafia».

En el texto se nota que muchas de estas mujeres llegan a ser amantes de los capos, madres, o incluso seducidas por este mundo atraídas por el Poder o por el amor y medio en broma, medio en serio, las tres cuentan sus vidas y sus desenlaces, que no puede ser otro que la muerte.

 photo IMG_0685Copiar_zps1a61afb2.jpg

La «Viva» termina falleciendo por complicaciones de la operación, la adicción a las cirugías estéticas terminan pasando factura. El final de la «Señora», interpretada por Mylenna Martin del Campo, es producto de la enemistad de otro grupo que soborna, o amenaza, al médico y este le pone por «error» más anestesia provocándole un infarto – algo como lo ocurrido a Amado Carrillo Fuentes, conocido como el “Señor de los Cielos”. De las tres historias, la de la «Señora» puede considerarse la más redonda en cuanto a dramaturgia, porque es una mujer que vive para su hijo y que no tiene aspiraciones de poder, pero que se ve envuelta en la vorágine de la vida de su hijo y al final debe pagar un alto precio.

 photo IMG_0740Copiar_zpsfdd33c5e.jpg

La historia de la «Ingenua», interpretada por Beda Guerrero, nos recuerda la película «María llena eres de gracia» del 2004, dirigida por Joshua Marston y protagonizada por Catalina Sandino Moreno, ya que en ambos casos, las muchachas se ven deslumbradas cuando alguien les habla «del lucrativo trabajo como correo en el tráfico de drogas», el corto periodo de preparación, y el destino hacia Estados Unidos en un avión llenado paquetitos de heroína en el estómago.

Es difícil cuando el director es protagonista y dramaturgo, porque se puede perder la perspectiva y entrar en conflicto al no querer utilizar «las tijeras» para darle mayor agilidad a la pieza que se está creando como espectáculo. En este caso pasa que la historia de la «Viva» termina arropando a sus compañeras haciendo algo largo el monólogo de ella frente a las otras historias.

 photo IMG_0764Copiar_zps24d24e72.jpg

En cuanto a la dirección propiamente dicha, hay que reconocer que el azul cielo es un acierto porque da esa paz y serenidad de hospital, cuando en el interior de los personajes lo hay que es violencia y diálogos cargados con situaciones a las que no siempre estamos acostumbrados, salvo que uno esté en ese mundo del narcotráfico. Esta mezcla de la tranquilidad del azul, en un espacio casi vacío, con unos personajes vestidos con batas médicas le da una óptica distinta a un tema que cada día se hace más común en nuestros países, pero que por costumbre no debe dejarnos indiferentes, por el contrario, es un texto que nos debe llamar a la reflexión tanto por el daño que causa a la sociedad el narcotráfico, como por el daño y violencia que genera en los seres humanos, en esta caso en las mujeres, o esa es mi Visión Particular.